EXPEDIENTE | MANIPULA SANSORES INCIDENCIA DELICTIVA
Uno de los temas que con mayor obsesión ha pretendido controlar la perversa gobernadora de Campeche, Layda Elena Sansores San Román, es el de la seguridad. Cada vez que puede —y es muy seguido— reitera y enfatiza que Campeche es de los Estados más seguros del país, lo cual no es del todo falso, porque estamos en el cuarto sitio. Lo que no dice, es que cuando ella llegó, estábamos en la primera posición a nivel nacional.
¿Qué hizo Layda Sansores para que en Campeche repuntara la incidencia delictiva, pues del primero pasamos al cuarto lugar? Lo que se dice en la calle es que con su llegada, y el arribo de sus colaboradores foráneos, entre ellos su ineficiente y represora secretaria de Seguridad, la guanajuatense Marcela Muñoz Martínez, la delincuencia tuvo repunte impresionante.
Sólo por citar un caso que ilustre nuestra anterior aseveración, con base en los documentos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SENSP), tenemos que mientras que en 2020 se registraron en total “solamente” 2003 hechos delictivos, para 2022, cuando ya Sansores tenía el control de todo, el número de delitos que se cometieron ascendió a 25 mil 849. Es decir, hubo 23 mil 846 más, lo que nos habla de un impresionante y alarmante crecimiento de mil 190 por ciento.
¿Qué argumentó entonces la mentecata gobernadora para justificar ese asombroso y espeluznante repunte? Lo de siempre, echarle la culpa a los demás. Dijo que los gobiernos anteriores al suyo —los de Aysa, Alito, Ortega, Hurtado, González Curi, etcétera— manipulaban las cifras o alteraban los datos, pues los agentes ministeriales no levantaban carpetas de investigación por las denuncias que recibían, sino sólo actas circunstanciadas o constancias de hechos, que no reportaban al SENSP, que es la instancia gubernamental que lleva el cómputo oficial de los delitos que se registran en el país.
Lo que la nefasta Sansores San Román se negaba a aceptar es que durante su Gobierno se ha registrado un aumento en la incidencia delictiva. Juraba que “ahora sí” se atienden las denuncias, que ahora sí se levantan carpetas de investigación y sostiene que los números de sus antecesores eran ficticios.
Pues bien, los datos que nos presenta el SENSP sobre la incidencia delictiva en Campeche y en todo el país, reiteran que ya no somos ni segundo o tercer Estado más seguros, sino que ya llegamos a la cuarta posición, lo que confirma que el Gobierno de la inepta Layda Sansores y de su incompetente y negligente secretaria de Seguridad, Marcela Muñoz, han propiciado que los campechanos nos sintamos más inseguros cada día.
Pero eso no es lo peor, sino que con los mismos datos del SENSP, podemos confirmar que, para tratar de hacernos creer que su Gobierno ha eficientado sus esquemas de seguridad, la incidencia delictiva se redujo entre un año y otro, pues mientras que en 2023 se cometieron 25 mil 849 delitos, para el 2024 “sólo” hubo 12 mil 436, lo que significa que “gracias” a la “eficiente” Marcela Muñoz, hubo una significativa disminución del 51 por ciento.
Pero, vale la pena aclarar que se trata de un espejismo creado por ellos mismos desde la Fiscalía General del Estado e implementado a raíz de la renuncia de Renato Sales Heredia como titular de esa instancia. Con base en las cifras oficiales ya citadas, pudimos corroborar que mientras que en mayo del año pasado se registraron mil 735 hechos delictivos (que se ajusta al promedio mensual de los últimos tres años), para septiembre del mismo año la cifra bajó a solamente 450 delitos, o sea que el desplome fue del 74 por ciento.
Con esos datos nos quieren hacer creer que en tan sólo tres meses, la incidencia delictiva estatal tuvo mejoría literalmente milagrosa. Pero hay que insistir en que se trata de realidad ficticia, inventada como estrategia para evitar que nuestra entidad siga cayendo en la calificación como una de las más seguras del país, por todas las implicaciones que eso conlleva.
Lo que no se ha modificado, pese a esa alquimia numérica de la farsante gobernadora Sansores y de sus genios en la materia, es la percepción de inseguridad que tienen los campechanos. Cada vez nos sentimos más a merced de la delincuencia. Y eso es así porque todos los días padecemos asaltos, homicidios, ejecuciones y atentados diversos, sin que las autoridades encargadas de combatir esos hechos, nos muestren estrategias para atacar a los malandros.
Hay otro dato que la hipócrita y mentirosa gobernadora no ha podido falsear. Es el relativo a los homicidios dolosos. Esos no pueden ser escondidos en constancias de hechos o actas circunstanciadas. Y lo lamentable es que mientras que la presidenta Claudia Sheinbaum presume con cifras del Inegi una reducción de 14.2 por ciento en homicidios dolosos en México de 2018 al 2024, en Campeche ese dato es a la inversa.
El total de homicidios dolosos con arma de fuego en 2024 fue de 76 y en 2023 de 60, o sea hubo 16 homicidios más, lo que nos habla de un incremento de 26.6%. También hubo aumento en narcomenudeo, con 350 durante el año pasado contra los 272 de 2023, es decir, el incremento fue 28 por ciento. Son dos renglones íntimamente vinculados, porque la mayoría, sino es que la totalidad de las ejecuciones al estilo sicarial, tienen que ver con la delincuencia organizada, en que el narcomenudeo es una de sus actividades prioritarias.
Lo que preocupa es que la senil mandataria campechana pretenda negar la presencia de la delincuencia organizada o que la exonere de los asesinatos que se registran, pues no hay que olvidar que, según ella, en septiembre y octubre no hubo ejecuciones por parte de esos grupos delincuenciales, pese a que los datos del SENSP nos muestran que en esos dos meses hubo 11 ejecutados con armas de fuego. ¿Pretende Layda Sansores ocultar la realidad o disfrazar sus complicidades? Sólo ella lo sabe. Y la sociedad sospecha.