EXPEDIENTE | LAYDA INCITADORA AL ODIO
Intentó vanamente la gobernadora Layda Sansores justificar, en su pasado programa del martes, su discurso de incitación al odio y la violencia contra el exgobernador Alejandro Moreno Cárdenas, durante la inauguración de una cancha techada en la escuela primaria “Niños Héroes” de la Unidad Habitacional Colonial Campeche. Que por cierto no es nueva. Solo fue rehabilitada.
Sin embargo, las evidencias están a la vista. Hay videos y audios donde se escucha el discurso de la mandataria acusando a su antecesor en el Gobierno, de haberse enriquecido y de haber adquirido de manera ilegal numerosas casas y propiedades, algo que también hizo su papá cuando fue gobernador, pero de eso no habla en las escuelas.
Y si bien es cierto que la directamente responsable de ese acto de incitación al odio contra una persona, es la gobernadora Sansores, hay que advertir que además de ella otros personajes participaron para armar el entramado donde se presentó el show. Uno de ellos fue el secretario de Educación, Víctor Manuel Sarmiento Maldonado, quien ordenó que se aleccionara previamente a los infantes sobre lo que le iban a decir a Sansores en el momento preciso.
Sabido es que la gobernadora no acostumbra acudir a eventos públicos. Solo se presenta cuando le garantizan que no habrá incidentes, ni reclamos, ni abucheos, pues sus cifras de popularidad son muy bajas y el rechazo ciudadano ronda el 80 por ciento. Así que en cualquier parte que se presente siempre habrá un campechano con ganas de reprocharle su falta de resultados.
No sobra decir que el discurso que leyó el secretario de Educación Sarmiento Maldonado, estuvo repleto de lisonjas, halagos y abiertas lambisconerías: “Gobernadora, usted es una mujer tan fuerte que puede ser amable, tan educada que puede ser humilde, tan feroz que puede ser compasiva, tan apasionada que puede ser racional y tan disciplinada que puede ser libre. Su liderazgo no se impone, se siente, se respira y se contagia. Gracias por recordarnos que la ternura también puede ser revolucionaria…”. Más rastrero no se puede ser.
Y la directora del plantel, turno matutino, la maestra Martha Chi Canul, tampoco excluyó la zalamería que le encanta a la mandataria, pues llegó a calificar como histórico recibir la visita de alguna autoridad, lo que sin duda alguna fue un balde de agua fría para el propio titular de la Seduc, quien tampoco acostumbra visitar escuelas.
Llegado su turno, la gobernadora Sansores habló sobre la pobreza de Campeche, y una vez más, repitió la cantaleta de que esta situación es culpa de los gobernadores corruptos, entre los cuales seguramente se incluyó ella misma, pues nada ha hecho para revertir los rezagos, y a su padre, que también gobernó la entidad.
Fue ahí cuando, en su discurso contra Alito, se colgó del niño que, previamente aleccionado, se refirió a Moreno Cárdenas como el “presidente del PRI y corrupto”. ¿Estará enterado ese pequeño de lo que es el PRI y de lo que significa la palabra corrupción? Tal vez sí, o quizá no. Lo cierto es que hizo bien su papel, le pusieron su estrellita en la frente y provocó que la gobernadora se sintiera satisfecha por haber incurrido en incitación al odio y la violencia contra su aborrecido adversario.
Ya declaró la gobernadora que le interesa mucho lo que digan los niños y valoró el hecho de que muchos de ellos estén bien informados. Y qué bueno. Tal vez sea el momento de que los 300 policías que fueron despedidos injustamente, entre ellos más de 80 mujeres, le envíen mensajes de voz con las palabras de sus hijos que se quedaron en el desamparo. Seguramente le dará mucho gusto saber lo que piensan de ella.
O que las mujeres indígenas pobres, a quienes Layda ofendió calificándolas como “lo peor que le puede pasar a una persona”, le publiquen también los audios con los pensamientos de sus hijos respecto de la gobernadora. O que cualquier campechano libre y valiente haga lo propio difundiendo las palabras de cientos o miles de infantes que se decepcionaron de la mandataria.
Deberíamos impulsar una campaña colectiva para subir a redes sociales lo que piensan los niños de la gobernanta. Ya la señora Sansores nos dio el ejemplo y que ella considera que fue correcto, entonces no le molestará saber lo que realmente piensan de ella.
La realidad sin embargo es que la desesperación se ha apoderado de Sansores San Román. Simplemente no encuéntrala la forma de salirse con la suya. Ni inventando expedientes, propiedades o riquezas contra sus adversarios ha logrado encarcelarlos y el tiempo se le acaba. Lo único que ha hecho bien es el ridículo, su gobierno es un fracaso y sus resultados no se ven por ningún lado. Pero de eso no se da cuenta.

