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EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR:  31 AGOSTO 2024 

ARROGANTE ADULADORA. 

Patricia Estrada, en su columna ‘Punto y Aparte’ publicada el lunes en el diario Contraréplica con el título “Pérdida de la dignidad“, critica a los políticos aduladores que “emborrachados por el poder… logran convertirlo en deporte profesional”. Tal es el caso de la goberladrona Sansores, sirvienta oficial y obediente perra mordelona del sexenio obradorista. 

“No hay partido político que se salve de tener a un ejército de zalameros, que con tal de quedar bien son capaces de perder su dignidad en público. Los gobernadores tampoco se quedan atrás. Han institucionalizado la práctica del elogio hacia el Presidente de México, como en los mejores tiempos del PRIAN…En la lista de los adoradores al Tlatoani destacó la gobernadora de Campeche, Layda Sansores… Idolatrar a los políticos para legitimar sus buenas o malas decisiones los vuelve arrogantes, pierden autocrítica y las ganas de mejorar”.

Si consideramos que a Sansores la adulan todos los que la rodean, podremos entender por qué es tan arrogante, le irrita la crítica y no tiene ganas de mejorar nada. Vive alimentando el ego del presidente y regresa a Campeche a que le alimenten el suyo. No tiene capacidad de reflexión y lo que es peor, ya está vieja y cansada. 

ADULAR PARA ROBAR. 

Patricia Estrada cita una conferencia mañanera en Palacio Nacional en la que Layda Sansores expresó con voz entrecortada su “dolor” por el fin del sexenio de López Obrador. Su adulación al Tlatoani le brindó la protección y le ha permitido saquear y desfalcar impunemente el erario campechano.

“Nunca había llegado a sentirte tan cerca, tan hermano, tan humano, tan visionario como en la construcción de esta obra portentosa, llena de desafíos; la terminación del Tren Maya coincide con el fin de tu mandato…  (Y por si faltaba más crema a los tacos): Traigo permanentemente un nudo en la garganta, que vivo tragándome las lágrimas y que lo más dulce que puedo decirte es que para recordarte en una mezcla de felicidad y pérdida…”.

Ya sea por adulación o admiración, la realidad es que su servilismo le ha permitido robar y mantenerse a salvo de una revisión. Ahí están las denuncias de sus desfalcos en la Álvaro Obregón, congeladas y sin avanzar en la Fiscalía General de la Ciudad de México… Por eso ahora no se cansa de adular a Claudia Sheinbaum.

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