EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR | 18 DE JULIO DE 2025
4 AÑOS DE REZAGO EN EDUCACIÓN
Pese a los presupuestos “históricos” que Layda Sansores festejó en sus pasados informes, Campeche mantiene un rezago gigantesco en infraestructura educativa. De acuerdo a la organización Educación con Rumbo, de los planteles escolares solo el 90% tiene electricidad, el 76% tiene agua potable, el 53% tiene computadoras y apenas el 28% tiene internet.
En Campeche apenas 24 de cada 100 jóvenes que iniciaron la primaria logran completar sus estudios y egresar del nivel superior. El índice de analfabetismo se mantiene arriba del 5%. Estos números confirman que seguimos reprobados en Educación. Peor aún, es que el sistema educativo de la 4T resultó un fracaso, pues la deserción y el abandono educativo son reflejo de la falta de estrategias de las autoridades, pues deje en evidencia la escasa vinculación con el muy limitado mercado laboral.
Patricia Ganem, coordinadora del Observatorio de la Educación, sostiene que no puede haber “un avance estructural mientras persistan las brechas regionales, el rezago en infraestructura, la falta de conectividad y el abandono a comunidades indígenas y rurales… (es inocultable) la dimensión de la crisis educativa en México”.
LAYDA INCURRE EN ILEGALIDADES
La Silla Rota, en su editorial Política y República, cuestiona si ¿Layda cayó en ilegalidad? al difundir y manipular audios que obtuvo de un espionaje telefónico para desprestigiar a Alejandro Moreno y a Ricardo Monreal. Aquí el comentario:
“La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, que le dio por difundir audios para exhibir hasta a los compañeros de partido, podría haber caído en actos ilegales. Así lo determinó la primera sala, nada más y nada menos que de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Aquellos audios que la mandataria estatal difundió para exhibir a Alejandro Moreno (PRI) y que luego salpicó a Ricardo Monreal, pudieron haber sido obtenidos de forma ilícita, descontextualizados y contrarios al deber de objetividad. Ah caray.”
Layda Sansores no deja de violar la ley. Ayer ordenó a una servil jueza interina no acatar la ratificación de una suspensión de medidas cautelares ordenada por un Tribunal Colegiado, y peor aún, pretende que un interventor vigile la libertad de expresión de un medio de comunicación y de un periodista. ¿Y a ella quien la supervisa en su Jaguar?