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EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR: 14 ABRIL 2025

ATASTA, HARTO DE LAS MENTIRAS DE SANSORES. (1/3)

Cuando el corrupto y mentiroso Andrés Manuel López Obrador inició su tercera campaña presidencial, respaldado por todos los acuerdos y financiamientos que logró de narcotraficantes y huachicoleros, prometió a los campechanos trasladar las oficinas de Pemex a Ciudad del Carmen, construir dos subestaciones de energía —una en Hopelchén y otra en Atasta—, y el Tren Maya. 

Ya como presidente, y con la prisa de iniciar el Tren Maya —proyecto desechado por la administración de Peña Nieto por su inviabilidad—, López Obrador regresó a hacer más promesas a los campechanos, con tal de que permitieran realizar la obra. Entre otras cosas, se comprometió a hacer nuevos los acueductos Chicbul-Carmen y López Mateos-Ixpujil. 

Con la complicidad de la cínica y sinvergüenza goberladrona Layda Sansores, y del genuflexo y rapaz alcaldeso carmelita, Pablo Gutiérrez Lazarus, López Obrador evadió trasladar Pemex a Ciudad del Carmen y hacer la subestación de Atasta. Para realizar el Tren Maya destrozó y no reparó las carreteras federales, deforestó y dañó la Biosfera de Calakmul, no concluyó el acueducto López Mateos-Ixpujil, y en el de Carmen recicló los mismos tubos.

Fue un engaño de principio a fin, para el cual gozó del servilismo y genuflexión de Sansores y Gutiérrez Lazarus, quienes evadieron dar la cara durante el bloqueo en San Antonio Cárdenas que estranguló cuatro días la Península de Yucatán. De ello dio testimonio el martes La Razón de México en sus Rozones. Sintetizamos.

“Las autoridades de Campeche se volvieron invisibles, pues no se ve que alguien opere para que sea retirado un bloqueo… Pobladores de Nuevo Progreso tienen taponeada la carretera federal 180, en demanda de qué la CFE regularice el servicio en la zona. Se trata de un punto nodal por el que transitan todos los días miles de camiones de carga que llevan mercancía a la península de Yucatán, por lo que la afectación económica es considerable… La gobernadora Layda Sansores aplica su política de dejar pasar el tiempo para que los inconformes se desgasten, como pasó con el paro de policías del año pasado. O a menos que piense que a ella no le corresponde intervenir, lo que equivaldría al ‘¿Y yo por qué?’ de Fox, sólo que en versión tropical”.

Acostumbrada a viajar en jets privados y solo en primera clase cuando toma los aviones comerciales, la goberladrona Sansores nunca se presentó a dialogar con ellos. Sabe que le ha mentido reiteradamente a los carmelitas y no quiere cargar con los reclamos y mentadas de madre que esa visita ocasione. Tuvo que mandar a su operadora de confianza y futura sucesora… continuamos mañana… 

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