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EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR:  10 ABRIL 2024 

SESO, EL EJECUTOR.

 Hace exactamente un mes comentamos que no son casualidad los asesinatos de Manuel Peña, Sergio Novelo y Omar Córdova (a) “El Mono”; como tampoco lo eran los atentados contra Jamile Moguel y ahora contra el comediante Taco de Ojo, en Mérida, Yucatán. Todos tienen un común denominador: que sólo Layda Sansores y su familia se benefician con esos macabros incidentes.

Para distraer la atención, o alejarse de los reflectores de la autoría intelectual, la gobernadora y su drogadicto sobrino Seso Loco han culpado directamente al exalcalde Eliseo Fernández Montúfar. Lo calificaron de asesino serial, sin que le hayan podido imputar los crímenes. No tienen pruebas para incriminarlo. Hasta le negaron el derecho de presunción de inocencia. ¿Por qué?

Eso lo podría responder el Seso Loco, quien fue el primero en acusar de asesino serial a Eliseo en las escaleras del Congreso. El enfermo y perturbado sobrino seria el ejecutor de las vendettas de la tía, y sobre quien se debería dirigir la primera línea de investigación de la Fiscalía. ¿Será por eso que se pasa las noches rezando? El cargo de conciencia debe ser demoledor. 

OTRA MENTIRA DE LAYDA. 

¿Recuerda que hace unos meses la gobernadora Layda Sansores festejaba que había logrado un “histórico acuerdo” con el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, y que pagarían los adeudos a los proveedores campechanos? Pues mintió otra vez, y las consecuencias del impago las empiezan a padecer nuestros coterráneos. De ello dio cuenta la columna “Confidencial” publicada por El Financiero el pasado viernes en su comentario “Sube la marea en la Sonda de Campeche”. Leamos.

“Problemas se dejaron ver ayer en redes sociales debido a un paro de algunas compañías de transporte de trabajadores petroleros a activos de Pemex en la Sonda de Campeche, debido a la falta de pago y a fuertes adeudos, lo que afectó el cambio de guardias. Trascendió que no hay lanchas ni vuelos, lo que causa afectaciones a la operatividad diaria para la producción de la petrolera oficial. Por esa vía de comunicación demandaron ayuda a Pemex, a la Secretaría de Energía y otras instancias. Hasta ayer sólo había silencio en las autoridades federales”.

Trabajadores campechanos quedaron varados en las plataformas petroleras sin poder regresar a sus hogares. Y de eso ¿qué dice la sinvergüenza gobernadora de Campeche? Nada. No le pagan a los proveedores, tampoco apoya a nuestros policías, menos ayudará a nuestros petroleros. Es una servil inútil, terca y corrupta. 

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