Opinión

EL DIARIO DE LA TÍA | 3 DE NOVIEMBRE DE 2025

“Tal vez ya sea hora de enmendar el rumbo no solo en lo que se refiere al transporte urbano, sino en todos los aspectos de la vida pública en que esta Administración ha incurrido en torpeza tras torpeza”.

COMPONER LA RUTA

–“Yo, como Santo Tomás, hasta no ver no creer”, exclamó plagada de escepticismo doña Chela, ante la promesa de que se van a corregir los errores que se cometieron en los primeros días del servicio de los autobuses chinos, y se replanteará el tema de los transbordos, paraderos y de sus redes troncales que tanta indignación popular levantaron.

–“Dicen que el miedo no anda en burro, y ya sintieron el rigor de la irritación del pueblo ante la serie de estupideces que cometieron los fuereños que rediseñaron las rutas, los paraderos y que inventaron esa mafufada de los transbordos, tan innecesarios para una ciudad tan pequeña en comparación con las grandes urbes como la capital del país, Monterrey, Guadalajara e inclusive Mérida” comentó el bolero don Memín.

–“A mí lo que me asombra, reflexionó el poeta Casimiro, es ese nivel de arrogancia de los funcionarios estatales que, a pesar de que es demasiado obvio que la regaron, insisten en culpar al pueblo, o a la oposición o a la “gente mediocre” por las críticas que se suscitaron a raíz de ese histórico acontecimiento. Prefieren culpar a los demás antes que admitir que son ellos los causantes de esa genuina y justificada irritación popular” aseveró.

–“A mí me ha tocado vivir las diversas transformaciones que ha sufrido el transporte urbano en la capital, ilustró con su sapiencia el viejo don Julián. Desde aquellos autobuses de la Cooperativa Esperanza, que con el paso del tiempo se convirtió en un monopolio y se aprovechó de la necesidad del servicio para dar pésima atención y cobrar lo que se le pegaba en gana, hasta la llegada en los noventas de los modernos microbuses que realmente modernizaron el transporte colectivo y atendieron colonias populares que antes no tenían modo de transportarse. En todos los casos hubo rebeliones populares y protestas, porque es parte indispensable de un cambio profundo”.

–“Yo creo que nadie está en contra de que entren en servicio los nuevos camiones chinos, complementó doña Chela. Solamente los estúpidos descerebrados al servicio del Gobierno dicen que el pueblo no acepta la modernización o que nos sentimos aún en un pueblo bicicletero. Esas son mafufadas que lo único que defienden son los sobres con dinero que reciben cada mes esos matraqueros” despotricó.

—“Lo cierto, coincidió el bolero don Memín, es que prometer no empobrece y no basta con que los del Gobierno hayan dicho que van a corregir los errores, ya que sabían que el pueblo se estaba organizando para marchar, bloquear carreteras y secuestrar autobuses. No se trata de aplacar la ira popular, sino de enmendar el rumbo. Y tal vez ya sea hora de hacerlo no solo en lo que se refiere al transporte urbano, sino en todos los aspectos de la vida pública en donde esta Administración ha incurrido en torpeza tras torpeza” concluyó.

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