MUY, MUY FELICES
Entre las mujeres felices, están la Tía, a quien han dejado hacer y deshacer a su antojo sin que nadie le llame la atención y su comandanta guanajuatense, quien se ha mantenido a pesar de su ineptitud…
Presumió la Emperatriz Claudia en su “mañanera” de hace unos días, su visita por la Perla de los Ríos, y ostentó que en esa comunidad, y en general en todo el territorio estatal, “las mujeres son felices, muuuy felices”. Lástima que en su afán de presumir algo que no es del todo cierto, se olvidó del nombre de la comunidad que visitó apenas el sábado pasado. Así lo tendrá en cuenta.
–“Un comentario muy lamentable, indicó el viejo Julián, si tenemos en cuenta que apenas unas horas después de su visita, ese pueblo mágico se tiñó de sangre con la artera ejecución de la síndica jurídica, quien, para más señas, había aspirado en dos ocasiones a la alcaldía de esa localidad”.
–“Yo supongo que después de ese repudiable asesinato, agregó don Memín, no pueden haber muchas mujeres felices en la Perla de los Ríos y por extensión, en toda la geografía estatal. ¿Alguien puede estar feliz después de ese terrible feminicidio?” cuestionó.
–“Te concedo total razón, le dijo su comadre doña Chela, pero esa situación tampoco excluye la realidad de que en nuestra tierra sí hay mujeres muuuy felices, empezando por nuestra Tía gobernanta, a quien han dejado hacer y deshacer a su antojo sin que nadie le llame la atención. Detrás de ella está también la comandanta guanajuatense, quien se ha mantenido en su cargo a pesar de su ineptitud y de las pruebas de corrupción que le han presentado; felices son también nuestras legisladoras federales que recibirán completo su aguinaldo, mientras que el resto de los mortales seguirán pagando impuestos por esa prestación”.
–“O sea, atajó el poeta Casimiro, las mujeres felices a las que se refirió la señora presidenta son las que detentan el poder o que están en el Gobierno, ya que el resto de las mujeres siguen sufriendo acciones de discriminación incluso de la propia Tía gobernanta, quien las llama o “animales” o las considera, si son indígenas y pobres, como lo peor que le puede pasar a una persona…”.
–“Tampoco vivimos en las puertas del infierno, como a cada rato dice la Tía mandataria, respondió doña Chela, pero que quede claro que lo que las mujeres del terruño han logrado ha sido por su propio esfuerzo, y no gracias a este Gobierno y menos a la Tía. Si por ellas fuera, seguiríamos jodidas y además censuradas porque ya ni siquiera tenemos derecho a protestar” concluyó.

