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Crímenes e impunidades

El responsable directo de la ineptitud que hay en la FGCECAM tiene nombre y apellido: es el vicefiscal Arturo Bravo Muñoz, y es, para más señas, hijo de la secretaria de Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz…

A una semana del asesinato de la empresaria ganadera escarceguense Margarita Aracely Contreras Luna, ocurrido en la región de Aguacatal, en el Municipio del Carmen, no se ha emitido ninguna información oficial en la Fiscalía General del Estado de Campeche (FGECAM), ni la “súper defensora de las mujeres” quien también se dice gobernadora de Campeche, ha expresado su solidaridad con la familia enlutada.

No solo eso, sino que con la finalidad de comprobar que los sicarios gozan de la protección oficial, o al menos se aprovechan de la ineptitud de las corporaciones policiacas, esos desalmados sujetos reaparecieron el pasado viernes para intentar “desaparecer” al viudo de la empresaria ganadera, Flavio Rosales Vázquez a quien atacaron a balazos.

No tenemos la menor duda de que Flavio es en estos momentos la prioridad de esos asesinos y de sus patrones que los contrataron. El móvil también es bastante claro, pues el objeto de la ambición y de esa crueldad es el rancho que con tanto esmero trabajaba Margarita Aracely.

Lo repudiable de todo esto es que en la Fiscalía General “dejan pasar y dejan hacer” a los delincuentes, y en lugar de brindarle protección personal al empresario amenazado, y de investigar a quienes la hoy occisa señaló como sus ejecutores, se han dedicado a cosas más triviales, como, por ejemplo, perseguir y acosar a los periodistas que critican a la señora gobernadora.

Nos comentan en corto que el responsable directo de esa indolencia y de la ineptitud que hay en la Fiscalía tiene nombre y apellido. Es el vicefiscal y se llama Arturo Bravo Muñoz, y es, para más señas, hijo de la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez.

Su prioridad no es atender las denuncias de los ciudadanos campechanos –él es michoacano y por tanto le vale sorbete lo que nos afecte a los que sí nacimos y crecimos aquí–, sino “limpiar” la imagen de su progenitora borrando las evidencias del incremento en la incidencia delictiva, y reportando solo algunos casos –no todos– a la plataforma nacional del Secretariado Ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad Pública (SESNP).

Por eso es que cada mes nos informan que “ha bajado” la delincuencia, pero es falso. La inseguridad va en incremento, lo mismo que el cinismo y la ineptitud de los jefes de las corporaciones policiacas.

El caso de Margarita Aracely Contreras Luna, ejecutada a ráfagas de metralleta el lunes antepasado, y el de su esposo (hoy viudo), Flavio Rosales Vázquez, quien sufrió un atentado a balazos apenas el pasado viernes, confirma que la Fiscalía General del Estado se ha convertido en un nido de ineptos que están al servicio de los caprichos de la gobernanta y de su secretaria de Seguridad, pero que no le sirven al resto de los campechanos.

Hay muchas evidencias de la negligencia, de la indolencia y de la ineptitud que redundaron en el asesinato de Margarita Aracely, mismos factores que han p

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