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Piso disparejo

El “plan A” se llama Liz Hernández. Ya le allanaron el camino con la dirigencia nacional, y al recibir el “visto bueno” de Andy, se supone que también obtuvo la bendición del papá, Andrés Manuel López Obrador…

Los propagandistas del gobierno de la señora Sansores se esmeraron el pasado domingo en difundir las imágenes de la reunión partidista que encabezó el secretario general del CEN de Morena, Andrés Manuel (Andy) López Beltrán y el secretario de Movimientos Sociales Manuel Zavala Salazar, con la secretaria de Gobierno, Elisa María Hernández Romero.

A simple vista, se trató, por lo menos, de un “espaldarazo” aunque hubo quienes contagiados por la euforia del momento, llegaron a afirmar que fue su “destape” como la candidata oficial del grupo gobernante, para suceder a la señora Sansores San Román.

No es secreto que Liz Hernández es la carta fuerte de la gobernadora Layda Elena para sucederla. Le ha abierto todas las puertas, le ha ampliado su red de relaciones políticas -–apenas la semana pasada estuvo con la secretaria de Gobernación, Rosa Isela Rodríguez–, y le ha acercado a liderazgos locales, quienes, a cambio de unos cuantos pesos, también se han pronunciado a su favor.

Todo está preparado pues, para que la figura de Hernández Romero siga creciendo. En los hechos hace falta por lo menos un año para que se oficialice el “destape” y arranque de manera formal sus acciones de campaña, aunque es obvio que está trabajando en ese objetivo, y que según las encuestas a modo, es la figura local que más ha aumentado su presencia, aunque ciertamente aún está muy lejos de Pablo Gutiérrez Lazarus.

Si las cosas no funcionan como han planeado la gobernadora Sansores y sus estrategas, entonces se mantiene activa la figura del senador Aníbal Ostoa Ortega. Aparentemente sigue siendo uno de los hombres más cercanos a la mandataria, lo sigue utilizando como su operador político, y el chiapaneco ha sabido adaptarse a esas jugadas para mantenerse vigente. Con el cuento de que es “el senador más votado en la historia de Campeche” no le haría el feo a una postulación a la gubernatura.

Pero el “plan A” se llama Liz Hernández. Ya le allanaron el camino con la dirigencia nacional, y al recibir el “visto bueno” de Andy, se supone que también obtuvo la bendición del papá, Andrés Manuel López Obrador, quien ciertamente está encerrado en su rancho de La Chingada, pero no por eso ha dejado de participar en la vida partidista y en general, en las decisiones de Gobierno.

Habrá que ver cómo reacciona Gutiérrez Lazarus a la cargada que se ha instrumentado a favor de Liz Hernández. Es un hombre de armas tomar, visceral y berrinchudo, así que no le habrá caído bien todo el material publicitario que se armó a favor de la secretaria de Gobierno. No se descarta el inicio de algunas fracturas o amagos de rompimiento.

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