#EXPEDIENTE | TORPES Y FARSANTES DIPUTADOS MORENISTAS
Cerraron una difícil semana los diputados locales de Morena, el PT, Partido Verde y el PAN, pues fracasaron en su pretensión de justificar la censura oficial y sus ataques a la libertad de expresión, por negarse a exigir más recursos para el sector salud, y por no transparentar el destino que se da a los recursos captados con el impuesto del 2 por ciento sobre hospedaje.
Por lo que toca al tema de la censura a la libertad de expresión en que incurre la gobernadora de
Campeche, Layda Sansores, hay que decir que los argumentos esgrimidos por Antonio Jiménez y sus compañeros de bancada parecieron surgir de cerebros infradesarrollados.
Obligados a defender los abusos, torpezas y arbitrariedades de su gobernadora, hicieron el ridículo al intentar sepultar lo que fue materia prima en el discurso opositor de los ahora diputados oficialistas. Antes denunciar las corruptelas de los gobernantes era propio de los valientes y los demócratas. Ahora los consideran discursos de odio para desestabilizar a estos gobiernos del “cambio verdadero”.
Siendo como es, una decisión aberrante, abusiva y desproporcionada de la jueza Guadalupe Martínez Taboada, no había argumentos suficientes para justificarla, y ni los traumas infantiles de Antonio Jiménez Gutiérrez contra TRIBUNA, fueron suficientes para que sus propios porristas pagados que lo acompañan en cada sesión, lo respaldaran con sus aplausos.
En cambio, los diputados de Movimiento Ciudadano y del PRI evidenciaron con su discurso a los morenistas, petistas, pvemistas y panistas, como serviles borregos aplaudidores que festejan hasta las hediondas flatulencias de su patrona gobernanta.
En el tema de la opacidad con que se manejan los recursos que se captan por el impuesto del dos por ciento por hospedaje, los legisladores morenistas y sus aliados demostraron que no saben en qué se eroga el recurso, porque ni los titulares de Turismo, de Finanzas o de Administración tienen ese dato. Entonces ¿todo el patrimonio de los campechanos se maneja como si ingresara a las cajas registradoras de los múltiples negocios de los Sansores? ¿Dónde está?
Aún más, si el secretario de Turismo, Mauricio Arceo Piña, persiste en su terca cantaleta de que ha aumentado la llegada de visitantes y de que la ocupación hotelera está mejor que antes, ¿por qué negarse a comparecer y restregarle en las narices a los diputados opositores sus cifras que demuestren que las cosas son mejor que nunca?
La obviedad confirma que si no rinden cuentas es porque no tienen nada bueno qué informar, y si se niegan a comparecer es porque saben que los van a exhibir como integrantes de un Gobierno fallido, que no da una en ninguna parte.
El tema de salud transitó por el mismo camino. No se aprobó el exhorto a las autoridades del sector para que gestionen más recursos y garanticen el abasto de medicinas y médicos en los centros de salud y hospitales, porque eso evidenciaría que los servicios que se prestan en esa instancia son deficientes, por decir lo menos.
Pero este rechazo a exigir más recursos para el sector salud, les va salir muy caro. Tanto, que varios diputados morenistas, que sí ganaron en las urnas el derecho de representar a los habitantes de su distrito, tuvieron que salir a dar la cara y subir a sus redes sociales videomensajes para “aclarar” el sentido de su voto.
No lograron nada ciertamente, pero cada uno de ellos le mentó la madre en silencio a su menguado coordinador parlamentario (plurinominal por cierto) que los exhibió y sometió al escarnio popular y de paso, los despojó de su legítima aspiración por la alcaldía, porque saben que el pueblo no vota por traidores.
