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EXPEDIENTE | RIESGOS Y EXPECTATIVAS PARA 2025

No se avizoran horizontes de optimismo para el año recién iniciado. Por el contrario, temas tan sensibles como la economía, la salud y la seguridad, anticipan negros nubarrones ante la política federal del recorte presupuestal, y la ineficiencia administrativa, aderezada por la enorme corrupción del nefasto y fallido Gobierno de Layda Elena Sansores San Román.

El Diario Oficial de la Federación publicó apenas hace unos días un decreto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en que se da a conocer que a partir del 1 de enero habría incremento del 4.5% al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, por lo tanto, subirán de precio las gasolinas, los refrescos y los cigarros.

Y usted sabe, apreciado lector, que junto con el incremento a los combustibles, viene una cascada de “ajustes” que van desde el transporte, comestibles como la tortilla, el azúcar e incluso los productos chatarra —Sabritas y demás—, que impactan de manera negativa a los sectores económicamente más vulnerables, precisamente a aquellos a los que esta “cuarta transformación” dice defender.

En Campeche no esperamos que haya reorientación en las políticas públicas aplicadas hasta el momento. No hay plan de Gobierno, no se están cumpliendo las metas de sus “áreas estratégicas”, ni se están atacando de raíz las causas que han provocado que seamos el Estado más rezagado de la Península, y uno de los más atrasados del país.

La ineficiente gobernadora Layda Elena Sansores San Román se ha limitado a contemplar el rezago ancestral de nuestro Estado, lo utiliza en sus discursos para restregarle a sus antecesores lo poco que hicieron para cambiar el destino de los campechanos, pero mordiéndose la lengua se olvida que su padre tuvo la oportunidad de hacer algo por Campeche, pero cedió ante su insaciable ambición de enriquecerse escandalosamente. Ella misma lleva tres años en el poder y es posible afirmar que nada ha hecho para revertir la situación. Sus finanzas personales, esas sí han mejorado.

En el tema de la seguridad, sólo hay que decir que cada día empeora más, y así lo aprecian líderes de opinión con innegable impacto en la comunidad, como el obispo José Francisco González González, quien durante la celebración la Eucaristía por el Año Jubilar, lamentó que “la violencia, el crimen crece con sus tenazas cada vez más asfixiantes y destructivas, lo que debilita el sentido de esperanza”, y sobre nuestra economía afirmó que “en la actualidad hay cierto nivel de pobreza que se vuelve miseria miserable”.

“Pareciera que para qué esforzarse en un mundo que parece no tener un futuro muy grande. El Papa Francisco ha dicho en varios documentos que parece que vivimos una Tercera Guerra Mundial a pedazos. Van creciendo los conflictos, entonces qué sentido hay de esperanza si vemos guerra por allá, violencia por acá, el crimen que va creciendo con sus tenazas cada vez más asfixiantes y destructivas”, lamentó González González.

Es una aseveración contundente, sin duda alguna, que no encuentra terreno fértil en los oídos de la senecta gobernadora, que prefiere escuchar las lisonjas de sus lacayos y serviles lambiscones, quienes le siguen pintando una realidad basada en la fantasía y en su personal esquizofrenia. Pero que lamentablemente siguen afectando a los campechanos, porque no se gobierna con criterios realistas ni se atacan los problemas que de verdad existen.

En este contexto, hay que insistir que no podemos esperar gran cosa de nuestros gobernantes, y sin el menor afán de dibujar una expectativa catastrófica, tendremos que advertir que si la situación ya es difícil, lo que se avecina será peor, porque no estamos en un año electoral y por tanto los gobernantes de todos los signos y colores reducirán sus actos populistas, porque no tienen la obligación de conservar sus votos cautivos. Usted sabe, Morena, que proviene de la vieja escuela del PRI, sabe cultivar con fines de proselitismo, la creciente pobreza que existe en el país y también en Campeche.

En este contexto, y parodiando la proclama del obispo González y González, hay que apelar a la esperanza de que los propios ciudadanos tomemos conciencia firme cada día, acerca del actuar de nuestros gobernantes, que en el caso de Campeche, han sido los peores de toda la historia. Esta Administración sansorista está plagada de cinismo, corrupción e impunidad, que no va cambiar en los meses por venir, pero que intentarán disfrazar cuando se acerquen los días electorales sólo para tratar de engañar a los votantes y mantenerse en el poder para seguir haciendo lo mismo.

Nuestros mejores parabienes para nuestros lectores, seguidores y hasta para nuestros adversarios, así como a quienes dedican su vida —sean bots o fanáticos de carne y hueso— a atacarnos y perseguirnos.

Siempre hay la esperanza de que las cosas van a mejorar, y ese es nuestro mejor deseo para todos. Salud y bienestar en este 2025.

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