EXPEDIENTE | POR ABUSOS, PABLO EN LA MIRA DE LA JUSTICIA
La detención de Rubén Antonio Hernández Buenfil, “El Dumbo”, como presunto autor intelectual del atentado contra el comediante yucateco Ricardo del Río Baeza, mejor conocido “Taco de Ojo”, ha encendido los focos de alarma en el equipo de precampaña del presidente municipal del Carmen, Pablo Gutiérrez Lazarus.
No sólo porque el propio Taco de Ojo ha sostenido en infinidad de ocasiones, que Pablito está detrás de la agresión de más de 20 puñaladas que sufrió el 23 de marzo del año pasado, sino porque, en efecto, “El Dumbo” era una de las personas más cercanas al edil carmelita, y otro de los implicados, que también ya está detrás de las rejas, es hermano de una exdiputada local morenista.
Hay suficientes elementos para involucrar a Gutiérrez Lazarus en ese atentado, y si bien es cierto que también existen razones suficientes para que las autoridades policiacas y los agentes ministeriales se sigan “haciendo patos” con las investigaciones, puesto que el edil carmelo “suena” como posible candidato a la gubernatura, lo que tampoco se puede negar es que “Taco de Ojo” no va a quitar el dedo del renglón, y que se va a convertir no en una piedra en el zapato, sino en un alud de piedras en la pretendida campaña electoral de Pablito.
Pueden argumentar los seguidores del edil carmelo que se están instrumentando campañas para frenar su camino rumbo a la gubernatura. Para sus fanáticos, es el mejor posicionado de los morenistas, y para los radicalistas nativos de la Isla de Tris, es el mejor prospecto para que al fin se le haga justicia a uno de ellos. Pero no se puede ocultar la realidad con fanatismos, porque todos en Campeche sabemos que Gutiérrez Lazarus carga sobre sus hombros pesados expedientes penales.
La Auditoría Superior del Estado de Campeche mantiene en la Fiscalía Anticorrupción del Estado gruesos legajos con las pruebas de los multimillonarios desvíos en que ha incurrido el edil carmelita durante su desempeño como tal. Los primeros expedientes datan de 2015 e involucran millonarios desfalcos a instituciones federales como el IMSS y el SAT.
Si no se le han fincado las responsabilidades legales es porque Gutiérrez Lazarus ha servido a los intereses políticos y perversos de la gobernadora Layda Sansores San Román, pero eso no quiere decir que hayan desaparecido esos expedientes.
Ya hemos constatado que no es Pablo el aspirante predilecto de la gobernadora, que incluso se ha saltado las trancas y que “le ha faltado al respeto” al movilizarse por todo el Estado sin su consentimiento, pero no hemos visto que la mandataria proceda en su contra. Tal vez lo que pretende es que sea la Fiscalía de Yucatán la que se encargue del trabajo sucio, y le quite de encima a un fastidioso aspirante que, además, resultó un pésimo administrador.
Porque no es el único caso que hay contra Pablo. Apenas el pasado fin de semana el empresario tabasqueño Pedro William y su hijo fueron esposados y sometidos como si fueran capos o peligrosos delincuentes sólo porque se pasearon en un Razer en la playa. Pese a que otros personajes públicos, como el artista Julión Álvarez, hicieron lo mismo, no fueron sancionados y sus acciones presumidas en las redes sociales del edil. ¿Por qué esa arbitrariedad y esa ley de dos pesas y dos medidas?
Los policías municipales retuvieron el vehículo, despojaron de las llaves al menor y además de golpear salvajemente al papá, terminaron llevándose la Razer al corralón, para después imponerles una multa de más de 10 mil pesos por una serie de infracciones que no cometieron.
Puede pensarse que se trata de un abuso policiaco más, pero no. Es el modus operandi del alcalde Gutiérrez Lazarus, quien ha dado sobradas muestras de autoritarismo, prepotencia y arbitrariedad en contra de sus trabajadores, especialmente contra las de la tercera edad, a quienes ha despedido injustamente y sin pagarles sus liquidaciones legales.
Todo un patán, que al amparo del multimillonario presupuesto que maneja el Ayuntamiento a su cargo, ahora anda regalando espejitos de vidrio a cambio de sus votos de oro, a miles de campesinos mayas del camino Real a quienes visita como rey mago todos los fines de semana, para promocionarse como prospecto para suceder a la corrupta y nefasta Layda Sansores San Román. O sea, vamos a salir de Guatemala para entrar a Guatepeor.