EXPEDIENTE | LAYDA TAMBIÉN FRACASA COMO GESTORA
Además de la opacidad con que esta Administración maneja el presupuesto estatal, a la que de 2022 a 2025 le han autorizado alrededor de 98 mil 995 millones 667 mil 993 pesos, que no se ven invertidos por ningún lado, la mentirosa, nefasta e inepta gobernadora Layda Elena Sansores San Román también ha fracasado como gestora de recursos adicionales.
La Federación cada año nos despoja de miles de millones de pesos bajo cualquier pretexto —la baja de los precios del petróleo es el más recurrente—, y no se ha escuchado ni el más leve quejido de protesta de nuestra casi octogenaria mandataria. Sumisa, obediente, arrastrada y lambiscona con el Poder presidencial, ha acatado ciegamente las malas decisiones federales que han impactado terriblemente en el desarrollo de Campeche y los campechanos.
Recordemos, por ejemplo, el fracaso para lograr que las instalaciones de Petróleos Mexicanos fueran trasladadas a Ciudad del Carmen, tal y como prometió el mentiroso expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien prefirió confabularse con la farsante Sansores San Román, y con el pelele alcalde carmelita Pablo Gutiérrez Lazarus, para encontrar alguna excusa “convincente” para dar marcha atrás al ofrecimiento.
El pretexto fue que la Isla no cuenta con infraestructura para “soportar” la llegada de las oficinas de la paraestatal, y aunque nadie en Carmen y en Campeche les creyó, ellos se dieron por bien servidos, pese a que con su entreguismo total, impidieron el resurgimiento de la economía carmelita, la cual ha languidecido por la baja en la producción diaria de hidrocarburos, por los recortes de Pemex a sus inversiones y por el abultado adeudo que mantiene con sus proveedores. Otro hubiera sido el destino de Carmen y de Campeche, si la cínica y corrupta gobernadora y el nefasto Pablito no fueran tan serviles.
El fracaso de Layda Sansores como gestora se refleja también en el retraso en el pago de Pemex a sus proveedores. En no menos de tres ocasiones, la anciana gobernante ha presumido que “el problema ya se resolvió” luego de sus insulsas reuniones con los directivos de la empresa propiedad del Estado, pero a la fecha, sigue vigente el adeudo estimado en 97 mil millones de pesos. Y no sólo eso. Está en análisis una iniciativa para “desaparecer” las deudas de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). ¿Y qué ha dicho al respecto la abyecta gobernadora? Absolutamente nada. Está sorda, ciega y muda.
La lenta reconstrucción de las carreteras federales, el pésimo estado en que se encuentran, lo que ya propició otro mortal accidente con saldo de al menos 40 muertos, también confirman que la gobernadora de los campechanos no sabe resolver problemas, sino sólo complicarlos o politizarlos. Por eso mantiene la narrativa de que los rezagos del Estado son responsabilidad de sus antecesores, pese a que ella ha rebasado la mitad de su mandato y son nulos sus resultados en todos los aspectos.
El Congreso del Estado le ha aprobado a la farsante Layda Sansores 98 mil 995 millones de pesos para el desarrollo de Campeche (22 mil 349 millones en 2022; 24 mil 826 millones en 2023; 25 mil 773 millones en 2024 y 26 mil 45 millones en 2025), pero su Administración prefiere dar excusas que resultados, lo que abre la puerta a la certeza de que todo ese dinero se ha manejado con la corrupción como guía.
¿Otra prueba de su fracaso como gestora? Lo describen a plenitud las angustias, padecimientos y reclamos de más de 150 familias de pensionados y jubilados de la Universidad Autónoma del Carmen (Unacar), que llevan más de dos años exigiendo que les paguen sus emolumentos. No dudamos que si Layda siguiera siendo opositora, ya habría encabezado 20 plantones y marchas en solidaridad con estas familias, pero como gobernanta no ha podido responderles. No es lo mismo protestar que resolver.
Y por si hicieran falta más pruebas del fracaso de la anciana Sansores como gestora y gobernanta, vale recordar esta publicación del diario el Economista, que destaca que “mientras el Bajío y la frontera norte registraron el año pasado el mayor crecimiento en gasto federalizado de 4.0 a 5.7%, el Estado de Campeche al mando de la gobernadora Layda Sansores, registró la peor baja, con -9.1”. Una demostración más de ineptitud, torpeza, indiferencia, incoherencia e incapacidad. Su Gobierno es la peor tragedia que le pudo haber ocurrido a Campeche y los campechanos.
“En cuanto a los números, Aguascalientes registró el mayor crecimiento con 6.3%, seguido por Baja California con 5.7, Sonora, con 5.6 y Nuevo León, 4.0. En el otro extremo, Campeche es el peor con -9.1, seguido por Colima con -4.3; Tabasco, -3.8, y Nayarit con -3.4”. Véase la diferencia abismal, para entender porqué estamos tan jodidos.
En otros tiempos ocurría lo contrario. Por eso recordamos esta publicación del mismo rotativo (El Economista), que en su momento dio cuenta que “de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en el acumulado enero-julio de 2018, las participaciones, el rubro más importante del gasto federalizado (trasferencia de recursos a estados y municipios), aumentaron en Campeche 25.4% a tasa anual real, que significó registrar la mayor variación, en igual periodo de comparación, desde el 2008 (70.2%), así como colocar a la entidad en primer lugar del país en crecimiento de dicho ramo presupuestario”.
¿Por qué antes sí se podía obtener incrementos en las participaciones y ahora todo lo que escuchamos son recortes y reducciones? Simple: porque tenemos a la peor gobernadora de toda la historia. A la más corrupta, a la más mentirosa, a la más hipócrita, y a una payasa de cabello guinda que supone que con sus lambisconerías, halagos y entreguismo absoluto al Poder presidencial, va obtener mejores resultados. Los hechos, lamentablemente para todos, le han demostrado lo contrario.