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EXPEDIENTE | ALCALDES EN CAPILLA ¿HABRÁ SANCIONES?

Hay al menos dos presidentes municipales campechanos que a partir del martes podrían autoexilarse de la entidad, o tramitar amparo para evitar que la justicia cargue con ellos.

Una de esas personalidades es la calkiniense Juanita Cortés Moo, que hizo de la administración municipal un verdadero desastre, que dedicó los últimos días de su Gobierno a adquirir vehículos de lujo para su uso personal, comprar propiedades en otros Estados para darse la gran vida, y además, heredar a la nueva autoridad a sus parientes, recién enquistados en las nóminas con elevados emolumentos.

Su sucesor en el cargo, el mocista Milton Ulises Millán Atoche, subió  a media semana a sus redes sociales, a unas horas de que rindiera protesta al cargo, que tiene “la lupa” puesta sobre su antecesora y dejó entrever que no le solapará sus irregularidades, por lo que se esperan movimientos telúricos en ese Municipio, donde por cierto, siguen extraviados 27 millones de pesos en efectivo desde hace exactamente tres años.

En Escárcega también pudieran haber sorpresas. Han querido vender la idea de que la transición será tersa, ya que quien asumirá el cargo el próximo martes, el morenista Juan Carlos Hernández Rath, fue uno de los proveedores consentidos del aún edil Silvestre Lemus Orozco, y se rumora que entre ambos hay un pacto de no agresión.

Sin embargo, las cuentas en la Tesorería Municipal no cuadran, pues hay abultadas facturas y deudas por pagar, por lo que no se descarta que el alcalde Silvestre Lemus tenga que andar amparado en los próximos meses para evitarse sorpresas desagradables.

En Palizada, la priísta Angelita Cámara Damas también heredará una Administración desastrosa. Los conflictos con los trabajadores despedidos y no liquidados desde hace tres años no los pudo resolver. Se habla de un presunto desfalco en Tesorería que dejaría en ceros la herencia para su sobrino sucesor, el petista (expanista) Pedro Ayala Cámara, quien ya fue alcalde, conoce los vericuetos y para colmo también dejó pésimos resultados. Pobres paliceños, los gobierna la misma familia que cada vez los deja más endeudados.

En Hecelchakán, el edil ¿priísta? José Dolores Brito Pech no deja finanzas saneadas y está entercado en heredar a 145 sindicalizados que le son leales, con los que elevó de manera desproporcionada la nómina en perjuicio de su sucesor, el mocista Sevastián Yam.

Hay irregularidades financieras y laudos laborales multimillonarios sin saldar. Les urge una ampliación presupuestal, pero no se las concederá el Congreso del Estado. No hay más asuntos pendientes que pudieran causar incomodidades entre Brito Pech y su sustituto. Dicen que entre ambos hay acuerdos secretos y que todo podría concluir en santa paz.

Hay anomalías, desvíos y corruptelas en Tenabo, en Hopelchén, en Candelaria y en Calakmul, pero los alcaldes morenistas recibieron la instrucción de no generar escándalos que demoren el objetivo central de la nefasta gobernadora Layda Sansores de desbarrancar al Gobierno Municipal de MOCI en la capital del Estado.

Todos los esfuerzos de la Auditoría Superior del Estado, de la Comisión de Transparencia y de Acceso a la Información Pública y de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, están enfocados en la Administración Municipal de Campeche, que busca desesperadamente fincarle responsabilidades a la alcaldesa reelecta Biby Rabelo de la Torre, para impedir que crezcan sus aspiraciones por la gubernatura.

Se espera que en la capital del Estado continúe el acoso y hostigamiento de la arbitraria, prepotente y corrupta gobernadora Layda Sansores hacia la alcaldesa Biby Rabelo. A los perturbados Sansores no les interesan los perjuicios que ocasionen a los campechanos en su obsesión por arrebatarle la capital a Movimiento Ciudadano.

Y mientras la anciana mandataria juega a la política, Campeche sigue en decrecimiento económico, sin creación de empleos, sin inversiones, con pésimos servicios médicos y mayor inseguridad. Que lamentable.

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