EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR: 18 DE SEPTIEMBRE DE 2025
SUTIL MENSAJE EN GRITO PATRIO.
Sonrientes y extasiados por seguir colgados del erario público —pese a que fueron cómplices de los desvíos en la pasada administración denunciados por la propia mandataria—, lucieron en el festejo patrio el sobrino Seso Loco y su esposa. Se sentían dueños y anfitriones del recinto de Gobierno y posaban jubilosos en las fotos con el clan familiar que desde hace cuatro años saquea la entidad.
Salió la autoritaria gobernanta al balcón acompañada solo de sus dos hermanas, mandando un mensaje inequívoco: aquí manda ella y nadie más, y quien aspire a sucederla tendrá que esperar doce meses para promoverse. El hecho, sin duda, deja entrever que no está dispuesta a ceder o compartir su autoridad, y que ejercerá el poder cada uno de los 727 días que restan a su nefasto mandato.
Pero ¡ojo! Al igual que el corrupto expresidente tabasqueño, la mandamás teje su red de complicidades con quienes considera sus incondicionales, a los que pretende dejar incrustados en la nómina cuando se vaya. Ella, al igual que su familia, enfermos de poder, buscarán seguir gobernando a través de un(a) dócil sucesor(a), tal y como hizo el padre cacique, cuya estatua en la glorieta de la bahía de la mala pelea es un gran monumento a su corrupción.
EXTIENDEN CENSURA GUBERNAMENTAL.
Tres meses más de censura recetó la servil juez Ana Maribel de Atocha Huitz May a Tribuna y al periodista Jorge Luis González Valdez, en audiencia que citó de última hora para el pasado lunes 15 de septiembre. La medida cautelar viola los artículos Sexto y Séptimo de la Constitución, lo cual no importó a la magistrada en su prisa por complacer a su matrona.
Vale la pena precisar que todo este entramado de acoso legal es pagado con dinero público a través de la Consejería Jurídica para satisfacer la caprichosa exigencia de la gobernanta, que en su show semanal discrimina y desprestigia a opositores y críticos, pero llora cuando se le señalan sus recurrentes fracasos y aberraciones y se le comprueba que es corrupta, mentirosa y amoral.
No le pueden llamar por su nombre, ni describirla tal y como luce en el espejo, porque eso la “violenta”. Y si el problema es genético, ¿qué culpa tiene el medio? Si son nulos los resultados que acumula en cuatro años, ¿por qué se prohíbe señalar su ineptitud, incompetencia e incapacidad? ¿Se dará cuenta la juez que al silenciar el medio que señala un delito, se convierte en cómplice del mismo?

