Mujeres le callan la boca
Hacía falta que un grupo de mujeres valientes le pusieran un alto a la gobernadora de Campeche, y le exigieran que deje de medrar políticamente con el sector femenino para atacar a la libertad de expresión.
Contundente desmentido le enviaron las integrantes de la “Red Nacional de Mujeres Defensoras de la Paridad en Todo”, capítulo Veracruz, a la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, para que ya deje de lucrar políticamente con el argumento de que es defensora de mujeres, cuando que lo único que protege es su impunidad, al combatir y censurar a la libertad de expresión.
“Los recursos legales por los que las mujeres luchamos son para proteger a las víctimas, no para que desde el poder se les utilice para actuar en contra de quienes al mismo poder les resultan incómodos”, le reclamaron las valientes veracruzanas a la mandataria campechana.
“La gobernadora de Campeche, escribieron, cometió el tristemente célebre acto de violentar a legisladoras federales al afirmar que contaba con supuestas imágenes íntimas suyas y amagar con difundirlas, vulnerando su derecho a la privacidad en un acto sin consecuencias, lo que lleva a cuestionar la imparcialidad de quien sanciona”.
Las verdaderas defensoras de mujeres señalaron: “El patriarcado no nos concede nada. Nos cobra caro por cada paso que damos hacia adelante y hoy, está usando la paridad para infiltrar a sus aliadas y además quiere cobrarnos la factura al censurar, usando para ello un instrumento legal noble, pero utilizado de manera inadecuada, frívola y desnaturalizada. No a la censura bajo el argumento de violencia política. Avancemos en derechos, sin perder libertades”, puntualizaron.
Vaya que tienen razón. Y coincidimos totalmente en su afirmación de que en Campeche se está usando con frivolidad una herramienta que debe servir para proteger a las mujeres, no para que los y las gobernantes impongan censuras y pretenden controlar todo lo que se dice en los medios de información, sean digitales, audiovisuales o escritos.
El caso Campeche, que involucra al periodista Jorge González y al diario TRIBUNA ha levantado unánime condena nacional e internacional, que sepultan por completo los argumentos endebles y hasta ridículos de la propia gobernadora, de su asesor jurídico Juan Pedro Alcudia, de la jueza y de los matraqueros y lamesuelas a sueldo que insisten en defender esa aberrante y arbitraria decisión judicial.
Hacía falta que un grupo de mujeres valientes le pusieran un alto a la gobernadora de Campeche, y le exigiera que ya deje de medrar políticamente con el sector femenino para atacar a la libertad de expresión a imponer sus ambiciones de censura.
En Veracruz, en la capital y en todo el país, saben que a las únicas mujeres a las que Layda Sansores está interesada en defender (y en blindar de críticas), es a ella misma y a la señora Marcela Muñoz. Las demás (mujeres policías, diputadas federales, alcaldesas, mamás de los uniformados y suegras de los campechanos, etcétera) le valen a la señora Sansores un soberano cacahuate.