EXPEDIENTE | ¿DE MORENO A MORENA? LA TRANSMUTACIÓN…
A casi nadie sorprendió la reciente declaración del líder nacional del PRI, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, respecto a que su bancada analiza las propuestas del Gobierno de Claudia Sheinbaum, las cuales apoyarían, siempre y cuando beneficien al país.
Los que saben del tema entendieron que el mensaje de Alito fue directo para la presidenta electa, y una vez que los criptólogos lo descifraron, descubrieron que lo que en realidad quiso decir es que si el Gobierno de Claudia Sheinbaum lo beneficia, entonces contarán con su respaldo para legitimar sus reformas, especialmente la judicial.
Sobre el tema, el columnista Salvador García Soto escribió que “de acuerdo con priístas de su grupo cercano, Alejandro Moreno Cárdenas negocia con la 4T un voto del PRI a favor de la reforma judicial de López Obrador, a cambio de algunos arreglos a favor de él y de su partido”.
Aunque no precisa con quién se estarían fraguando esos acuerdos, el columnista detalla que la principal propuesta es que “los diputados y senadores priístas votarán a favor del paquete judicial si a él le garantizan que el Tribunal Electoral del Poder Judicial le validará su reelección y desechará todas las denuncias de militantes de su partido en contra de su pasada Asamblea Nacional y de su reforma reeleccionista a los estatutos del PRI”.
También pide que “al PRI le respeten el carácter de tercera fuerza política en el Senado, evitando que el PVEM reciba apoyo de Morena para cederle dos senadores, con lo que alcanzarían 16 escaños, mientras que los priístas se irían al cuarto lugar de las fracciones parlamentarias con los 15 senadores que le quedaron después de su decisión de expulsar a Manlio Fabio Beltrones de su grupo parlamentario. Y como no es lo mismo ser el cuarto que el tercero, a la fracción priísta se le reducen notoriamente el número de comisiones parlamentarias que les corresponden, además del menor presupuesto para la bancada y otros privilegios en el recinto senatorial”.
“Por último, escribe García Soto, Moreno Cárdenas estaría pidiendo también que a la bancada del PRI en la Cámara de Diputados se les respeten los espacios físicos y de oficinas que hoy ocupan, incluida la famosa “pecera” que dejó Elba Esther Gordillo, y que han tenido desde hace varias legislaturas las bancadas priístas, y que ya no les corresponderían por los apenas 45 diputados que tendrá el partido tricolor, que por cierto será la bancada más pequeña en la historia del viejo partido”.
El columnista no lo menciona en su escrito, pero a Moreno Cárdenas le inquieta bastante la terquedad de la gobernadora Layda Sansores, por meterlo a la cárcel. Desde el pasado 1 de agosto, la senil mandataria le ha estado mandando “mensajitos” al fiscal Alejandro Gertz Manero para que le informe el avance de las investigaciones contra Alito y su hermano Emigdio. Ahora amenaza con presentar la solicitud por escrito, a fin de que por ley, le respondan en los mismos términos.
El dirigente nacional del PRI necesita que Gertz Manero se siga haciendo guaje con las carpetas de investigación en su contra, y que la Unidad de Inteligencia Financiera deje de tener en la lupa sus multimillonarias propiedades y cuentas bancarias. A cambio de eso, Alito garantizaría que su partido vaya de la mano con el Gobierno de Claudia Sheinbaum.
Estamos a un paso pues, de que Alito, a la par de las reformas que ya permiten el cambio de género, y que las personas de gustos sexuales diferentes se registren con nombre de mujer, aunque huixen erguidos, proponga pasar de ser Moreno a transmutarse en Morena, si con eso le garantizan impunidad y ocho años más disfrutando del trono imperial en el Palito. Es decir, en el partido de Alito. ¿Lo logrará?