EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR | 26 DE FEBRERO DE 2024
CARECE DE CREDIBILIDAD.
Los Frentes Políticos publicados en Excélsior el pasado sábado dan cuenta del problema de inseguridad que se vive en la entidad. Con el título “Nadie se salva”, dejan constancia de que los hechos criminales que se acumulan desmienten el discurso que la gobernadora como perica repite cada martes en su show familiar, de que Campeche sigue siendo seguro. Leamos:
“Layda Sansores, gobernadora de Campeche, y Marcela Muñoz, secretaria de Seguridad local, intentan vender a su entidad como una de las más seguras, pero la realidad las desmiente. Con cada robo, la imagen de un Campeche en paz se desvanece. El más reciente fue al Centro de Atención Múltiple número 4, que se sumó a la creciente lista de asaltos que contradicen el discurso oficial. No fue un local comercial ni una residencia, ¡fue una escuela! A Layda Sansores, lo que la delincuencia le está robando es la poca credibilidad que le quedaba. Ya nadie confía en ella”.
Quien escribe la columna sabe que la delincuencia en la entidad se incrementó desde que inició este nefasto y corrupto Gobierno, que la mano de la mafia criminal la opera Marcela Muñoz, y que lo del “Campeche seguro” es sólo un recuerdo de nuestro pasado reciente. Estábamos mal, sí, pero hoy estamos peor… mientras Layda Sansores viaja en primera clase a Europa en vuelos cuyo costo supera los 200 mil pesos. Así de cínica y sinvergüenza es.
DÍA DEL EJÉRCITO
El pasado 19 de febrero se celebró el Día del Ejército Mexicano, y si bien lo festejaron con desfile y elocuencia, la realidad es que las Fuerzas Armadas, lejos de realizar esa labor de defensa de la patria para la cual fueron entrenados, hoy se dedican más a trabajos de albañilería de las obras de esta transformación de cuarta que lidera Andrés Manuel López Obrador.
No combaten al narcotráfico, ni a los grupos criminales que han hecho de México un enorme cementerio en el cual abundan las matanzas y fosas clandestinas. Ya no lideran esa labor de inteligencia que durante décadas realizaban para procurar un mejor país para todos. Es penoso verlos parados inmóviles mientras los grupos del crimen organizado se pasean frente a ellos, como lo confirman infinidad de videos que circulan en las redes sociales.
La ciudadanía que antes los veía con respeto y admiración porque garantizaban paz y estabilidad, hoy los mira con desconfianza y prefiere mantenerse alejada de ellos al ver que lejos de estar en cuarteles salvaguardando la seguridad, padece cierto acoso militar en aeropuertos, carreteras y ahora en las estaciones de tren. Sin resultados que avalen su labor, no hubo nada que festejar el pasado lunes. Ojalá eso cambie pronto, para que la percepción que se tiene de ellos cambie.