Familias de San Eduardo cumplieron 51 días de “vivir” a las afueras del palacio de gobierno  

Bajo intenta lluvia e irritante sol, resignados, cansados y evidentemente enojados, familias de San Eduardo, los que fueron desalojados de sus terrenos, cumplieron este jueves 51 días de “vivir” en su campamento de resistencia en los bajos del palacio de gobierno, en espera de que a la gobernadora Layda Elena Sansores San Román, se le ablande el corazón y les ayude, ya sea devolviéndoles sus terrenos o dándoles un pedazo de tierra dónde vivir.

El pasado miércoles soportaron estoicos, bajo su pequeño toldo, el intenso aguacero que se dejó sentir.

Ahí cocinan, en fogón, lo que poco que consiguen. Ttienen dos fogones, uno a la intemperie, bajo las ramas de una planta de ornato y el otro bajo su toldo, para cuando cae el aguacero.

Sin duda, para Ángel, el más pequeño, de entre cuatro o cinco años de edad, no hay dilema que le preocupe. Se tira en el piso, cruza los pies y garbo toma su biberón con leche. Muchas veces lo vence el sueño y se entrega en los brazos de Morfeo. Y no lo despierta las múltiples pisadas que a su lado realizan personas que, lo ven y lo ignoran.

En el pasillo de ingreso a las cajas de Finanzas, hay otra persona, que, por su avanzada edad, lo vence el sueño. Su cama un modesto cartón, pues su hamaca, donde habitualmente dormía, no la puede utilizar desde hace 52 días