𝐂𝐚𝐦𝐩𝐞𝐜𝐡𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐠𝐚𝐧 𝐡𝐨𝐲, 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐬𝐮𝐬 𝐯𝐢𝐝𝐚𝐬, 𝐥𝐚 𝐠𝐞𝐧𝐮𝐟𝐥𝐞𝐱𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐋𝐚𝐲𝐝𝐚 𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐋𝐨́𝐩𝐞𝐳 𝐎𝐛𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫
🔳Suena cínico y hasta kafkiano que la mandataria quiera montarse en el movimiento ciudadano, y particularmente, del gremio magisterial que enarbola el hashtag #EXIGIMOSCARRETERASDIGNASPARAUNTRASLADOSEGURO!
Tómbola Política
JC Rodríguez Rodríguez ✍️
De acuerdo con los lineamientos de política gubernamental, al menos lo que está escrito y publicado en el portal oficial, “las carreteras son el 𝐟𝐚𝐜𝐭𝐨𝐫 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐚𝐥 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐢𝐜𝐢𝐚 𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐫𝐫𝐨𝐥𝐥𝐨 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐚𝐥, 𝐞𝐜𝐨𝐧𝐨́𝐦𝐢𝐜𝐨 𝐲 𝐜𝐮𝐥𝐭𝐮𝐫𝐚𝐥 de los habitantes de México”.
“En México, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) es la responsable de la operación y mantenimiento de las carreteras federales”.
“El objetivo principal de la conservación (de las mismas) es 𝐠𝐚𝐫𝐚𝐧𝐭𝐢𝐳𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐭𝐫𝐚́𝐧𝐬𝐢𝐭𝐨, 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐨𝐫𝐭 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐮𝐬𝐮𝐚𝐫𝐢𝐨𝐬 del camino durante cualquier época del año”.
Pero, de acuerdo a las leyes estatales, es responsabilidad del gobernador (a) mantener en buen estado la infraestructura de su estado, que permita el desarrollo social y económico de sus ciudadanos, especialmente la infraestructura carretera (de índole estatal) y/o gestionar el mantenimiento de las vías federales.
Entonces ¿quién era el responsable del mantenimiento de la carretera Escárcega-Villahermosa? ¿Quién era responsable de gestionar su mantenimiento? Está claro que no son otros más que Andrés Manuel López Obrador, ahora expresidente, y la gobernadora Layda Sansores San Román.
Por esto suena cínico y hasta kafkiano que la mandataria quiera montarse en el movimiento ciudadano, y particularmente, del gremio magisterial que enarbola el hashtag #EXIGIMOSCARRETERASDIGNASPARAUNTRASLADOSEGURO! Como si ella no tuviera nada que ver con el abandono criminal de la carretera Escárcega-Villahermosa que, la noche del domingo, cobró la vida de las maestras 𝐈𝐬𝐞𝐥𝐚 𝐘𝐞𝐫𝐚𝐥𝐝𝐢𝐧𝐞 𝐓𝐮𝐧 𝐓𝐮𝐜𝐮𝐜𝐡 y 𝐍𝐚𝐥𝐥𝐞𝐥𝐲 𝐑𝐮𝐛𝐢𝐜𝐞𝐥 𝐔𝐜 𝐒𝐮𝐚́𝐫𝐞𝐳.
Pero, como lo planteamos en la anterior columna, ¿cómo Layda iba a exigir al gobierno de Andrés Manuel López Obrador el mantenimiento de esa y todas las carreteras que atraviesan el estado, si su única preocupación, los últimos tres años, fue crear una y 1000 maneras de hincarse y quemarle incienso al tabasqueño? Ella, con su dicho, lo hizo “hijo del maíz y del rayo restaurador”; lo hizo “hombre de otra dimensión política desconocida”, “líder” de los que sólo nace uno cada 100 años; y ya en el éxtasis, lo declaró “El más mejor Presidente de México (sic)”.
Hoy, los campechanos, últimamente dos jóvenes maestras con su vida, estamos pagando la genuflexión de Layda ante el poder central. No hay más.
Peores cosas veredes, Mío Cid…