Un estadounidense de 31 años con problemas hepáticos murió después de que se le infectara en el mar un tatuaje recién hecho.
Los médicos y los artistas tatuadores aconsejan no nadar con un tatuaje recién hecho y esperar al menos dos semanas para meterse en el agua, advertencia cuya trascendencia ha vuelto a confirmar la muerte de un hombre en Texas (EE.UU.).
La víctima, de 31 años, murió el mes pasado debido a la infección que sufrió después de nadar en el golfo de México con un tatuaje reciente en su pierna, informa ‘The Independent’.
El hombre padecía una enfermedad hepática por consumo excesivo de alcohol, lo que afectaba a su sistema inmunológico, que no pudo contrarrestar la infección provocada por el bacilo Vibrio vulnificus que habita en el mar y es tolerante a la sal marina.
Dos días después de meterse en el agua, el hombre empezó a experimentar síntomas febriles y dolores en su pierna, donde se había tatuado la imagen de una cruz. Ya en el hospital el hombre empezó a presentar lesiones de color morado y negro.
El paciente desarrolló una gangrena y lo médicos contemplaron la posibilidad de amputarle una pierna, si bien decidieron no hacerlo porque padecía cirrosis hepática. El hombre murió a causa de un shock séptico dos meses después de ser ingresado en el hospital.
This man's death proves why you should never go swimming with a new tattoo: https://t.co/ABbKYvLLUB pic.twitter.com/LsMeE8sASW
— Men's Health Mag (@MensHealthMag) May 31, 2017
Fuente: RTNoticias.