Un humilde niño panadero de apenas 12 años de edad, fui víctima de la injusticia por parte de un ebrio y cobarde sujeto; quien le chocó su triciclo con toda su venta del día y después se dio a la fuga.
El pequeño despachaba pan a las puertas de una vivienda cuando el imprudente conductor impactó el triciclo que terminó en un terreno, mientras que el pan dulce quedó regado en el suelo. Desesperado y con lágrimas en los ojos el niño pedía ayuda los vecinos pues de su venta, ayuda a su familia y saca para su gastada en la escuela.