Bullanguera y literal, teñida de mil colores; la pintadera es una tradición que se niega a morir entre los campechanos.
Lo que pintaba para ser una actividad casi desapercibida se convirtió más tarde en todo un festejo, con “bailongo” y diversión familiar.
Los eventos alusivos al tradicional martes de pintadera iniciaron con una carrera de 5 kilómetros en el malecón de la ciudad contando con la participación de más de mil personas.
Más tarde la fiesta continuó en el Foro Ah Kim Pech cerca del mediodía, diversos grupos locales ya tocaban para los asistentes, aunque en medio de una sede casi vacía.