Como cada año el 2 de noviembre, día de todos los santos, los campechanos asistieron a los panteones a llevar flores, veladoras y ser partícipes de una misa dedicada a las almas de sus fieles difuntos.
La tradición sigue viva, y más vivos en los corazones de cada familiar están aquellas personas que ya no se encuentran en este mundo, pero que siguen presentes y recordadas más aun en estas fechas.
Los principales panteones de la ciudad, como el de Santa Lucía, San Román, Samulá y Jardines del Ángel, así como el panteón siglo 21 se mostraron repletos de familias quienes hasta serenata llevaron a sus difuntos.