Alrededor del mediodía, las maestras percibieron un fuerte olor a gas, al parecer emanado de un establecimiento comercial contiguo, lo que obligó a todo el personal académico poner a salvo a los infantes, por lo que desalojaron el centro maternal marcado con el número 125 de la Calle Coahuila, en el Barrio de Santa Ana.
Las docentes llevaron a los niñitos a un domicilio cercano para resguardarlos de cualquier peligro. Al lugar acudieron escuadrones de emergencias para atender la contingencia.
Los bomberos retiraron el tanque de gas del negocio y hacer las recomendaciones a sus propietarios para evitar que un hecho parecido se vuelva a repetir. Debido a las acciones inmediatas que tomaron las docentes y los directivos académicos, ninguno de los menores resultó intoxicado ni tampoco se registraron ataques de pánico o nerviosismo, ya que los mentores hicieron creer a los pequeños que se trataba de un juego donde tenían que jugar a las escondidas fuera del edificio, mientras eran llevados al mismo tiempo a refugiarse en otro edificio.
Después de 2 horas, los 21 infantes, 5 maestras y una cocinera reingresaron a las instalaciones de la guardería para continuar con sus actividades cotidianas.