Este domingo… el Centro Histórico se convirtió en un enorme centro de diversión para grandes y pequeños, donde además de jugar, los niños aprendieron.
Dulces, chocolates, gorras, termos, juguetes, almohadas y cuentos… fueron algunos de los premios que los pequeñitos obtuvieron por colorear, jugar y escuchar cuentos.
Una fiesta que a decir de grandes y chicos, debe realizarse no sólo en el mes del niño. Fueron más de 40 stands que se distribuyeron en todo el Centro Histórico y que regalaron a los niños campechanos diversión a montones.