Vaya susto que se llevaron ayer por la noche los paseantes del Centro Histórico de la Capital del Estado, cuando un impresionante operativo de policías ministeriales, fiscales, federales, estatales e incluso navales, tomó por sorpresa las calles del primer cuadro de la ciudad, justo en la calle 10 entre 51 y 53.
Y aunque al principio se especuló sobre un presunto robo en una joyería de bisutería, finalmente se confirmó que el motivo del operativo se debió a un decomiso de “piratería” en ese establecimiento.
Sin embargo el proceder de las autoridades ministeriales causó el descontento de la encargada del comercio quien llegó minutos después al local y denunció que 3 de sus empleadas estaban prácticamente secuestradas al interior del negocio y no las dejaban salir hasta que no firmaran su culpabilidad, por lo que amenazó con demandar por privación ilegal de la libertad y lo que resulte.
La comerciante, quien a su vez es esposa del propietario del local; se quejó de que no solamente le decomisaron los productos imitación, sino que aseguraron toda la bisutería sin hacer un inventario de las prendas y el monto. Además de que le clausuraron el lugar sin dar más explicación; y después de que le exigieron identificarse se negaban a devolverle sus papeles.
El operativo duró más de 3 horas, desde las 6 y media de la tarde, hasta casi las diez de la noche.
Alrededor de las 9 y media, toda la mercancía fue sacada en bolsas negras y subidas en vehículos de la policía ministerial; al igual que las 3 trabajadoras que permanecían retenidas al interior del comercio.
Finalmente se colocaron sellos de asegurado al lugar, y el operativo se retiró del sitio. Hasta el momento se desconoce el monto de lo decomisado así como la situación legal de las 3 empleadas.