Una investigación de seis meses llevó a la detección y desarticulación de una banda dedicada al robo de combustible, que aprovechaba un contrato con Petróleos Mexicanos para la transportación de hidrocarburos y que operaba en complicidad con un grupo criminal de Tamaulipas.
De acuerdo con las investigaciones, este grupo tenía la capacidad de sustraer de manera ilegal y comercializar cuatro millones de hidrocarburos al mes.
En conferencia, el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, afirmó que con esta investigación se está en camino de detectar a todas las empresas que se aprovechan del robo de hidrocarburos.
Las pesquisas llevaron a la detención de cinco personas y al aseguramiento de las empresas Petro Bajío y Transliza, y de sus cuentas bancarias.